lunes, 9 de julio de 2007

- OBESIDAD - CELULITIS

Si consideramos a la Obesidad como una enfermedad crónica debemos tomarconciencia para comenzar lo antes posible su tratamiento. Se debe atacar eltejido enfermo e intentar disminuir la cantidad de tejido adiposo mejorando laoxigenación de zonas más profundas para permitir un buen intercambio denutrientes. Por todo esto debemos tratar a la obesidad por todas las aristasposibles intentando bajar de peso, reducir el tejido adiposo y mejorar lacirculación local.
Cuando hablamos de celulitis, nos referimos a un excesivo almacenamientode grasas de reserva en el tejido adiposo, almacenamiento que viene acompañadode retención de líquidos e inflamación de la zona afectada. Es decir, se produceuna acumulación de grasa en las células adiposas en virtud de la cual éstas seagrandan y se deforman, presionando los vasos sanguíneos y linfáticos que lasrodean. Como consecuencia, se produce una retención de líquidos en el tejidograso, al tiempo que se degeneran las fibras de colágeno. Es entonces cuandoaparecen las sobrecargas o cartucheras y la piel adquiere un aspecto acolchadoque habitualmente se denomina piel de naranja: una piel llena de bultos que seperciben a simple vista o pellizcando la piel. En estados avanzados, lacelulitis puede crear problemas de más difícil solución como flaccidez, edemas,varices, estrías y piernas cansadas, instalándose en zonas muy específicas delcuerpo como caderas, glúteos, vientre, muslos, rodillas y tobillos. Nadie nace condenado a padecer celulitis. Ni hombres ni mujeres. De hecho,los adipocitos son básicamente iguales entre ambos sexos. Es el sistema hormonalel que hace que, con la llegada de la pubertad, aparezcan las diferencias. Y enel caso de la mujer, una de esas diferencias es la propensión a acumular grasacomo fruto de los estímulos que sus hormonas envían a los adipocitos.Generalmente, la celulitis suele combatirse por razones estéticas pero en muchoscasos el problema se convierte en una enfermedad dolorosa e, incluso,incapacitante. Una celulitis muy acusada puede llevar asociados trastornos comocefaleas, depresión, baja autoestima, hipersensibilidad, artritis y hastadeformaciones físicas y en tales casos ya no hablamos de un problema estéticosino de salud. Controlar la celulitis requiere prevención y constancia. La primera medidaa tomar es la de adoptar una adecuada alimentación ya que existe una estrecharelación entre la cantidad de toxinas acumuladas en el cuerpo y la aparición decelulitis. En general, los alimentos más idóneos son los que aporten pocas calorías yposean propiedades diuréticas, favoreciendo así la actividad de los riñones. Hayque comenzar por restringir el consumo de alcohol, café, dulces y sal además deevitar las grasas animales saturadas (mantequilla, embutidos) y comeremos sobretodo alimentos ricos en fibra como legumbres, frutas, verduras y cerealesintegrales. Deberemos cocinar con aceite de oliva en proporciones moderadas y beberentre comidas al menos dos litros de agua. Y no abusar de la fruta. Lo ideal esingerir no más de dos piezas al día. En cuanto al pan, siempre integral y encantidades discretas. Y los lácteos, recomendables por su aporte de calcio, hande ser descremados. Junto a la dieta, el ejercicio juega también un papel importante. Andar enbicicleta y caminar tonifican los músculos de las piernas y las caderas. La auriculoterapia puede ser un excelente complemento de una dietacompleta e hipocalòrica ayudàndonos a controlar la ansiedad y el apetito.

No hay comentarios: